¿Adiós Instagram?
Por qué cada vez más autores y usuarios deciden abandonar Instagram, la mirada del otro y la creación de contenido enfocada en el algoritmo.
Entro a Substack, reviso el inicio, en el que scrolleo con la misma pasión que en twitter. Solo que aquí voy más despacio, hay textos largos y artículos para los que se calcula 20 minutos de lectura. Aquí, disminuyo mis típicos niveles de ansiedad generados por las redes sociales y me sorprendo sintiendo más confianza en mí.
Podría decir que por día leo unos 20 autores distintos, que escriben sobre temáticas completamente distintas: autoayuda, vínculos, desafíos, miedos, incertidumbre, alegría, filosofía, sociología, el arte de escribir, entre otros.
En fin, abres Substack y te encuentras con una fuente de conocimiento -casi- infinita. Me fascina ver el día a día de autores que se auto-publican y que comparten su arte, precisamente desde la vulnerabilidad, palabra que he decretado, me acompañará durante este 2024.
Y más tarde, abro Instagram, scrolleo con la misma pasión que Substack. Solo que aquí veo vidas perfectas, sin problemas. En las primeras cuatro publicaciones leo algo como… “Facturé 100k en un mes siguiendo esta simple guía” “Publiqué 4 libros en 1 años que son un éxito rotundo” “Viajo todo el año y mientras genero tantos ingresos y apenas me esfuerzo” “tengo una vida perfecta y quiero mostrarla” “no me esfuerzo en publicar contenido y mira a todas estas miles de personas a las que llego” “en un simple lanzamiento logré 15.000 alumnos”, etc.
Venía cultivando la confianza en mí los últimos días, cada vez más comprometida con mi arte. De pronto, después de 30 minutos viendo la “vida perfecta” resumida en logros increíbles, empiezo a apagarme. Me propongo, una vez más y la razón por la que comencé la sección Dopamina Creativa, a consumir contenidos positivos sobre autoconocimiento, psicología. El algoritmo, sin embargo, irrumpe (e interrumpe) con contenidos que inevitablemente cree que es relevante.
Ahora bien, a medida que paso más tiempo aquí en Substack, me doy cuenta que no soy la única que se siente “presa” del algoritmo de las otras redes. Te comparto el por qué del abandono a Instagram por parte de autores, y una frase que me acompañó cuando sentía que estaba perdida, pero en realidad estaba cultivando mi presente actual.
Vidas perfectas que aparecen casi por arte de magia.
Empiezo a entender a los autores que leo por aquí y escriben posts titulados“me voy de Instagram” en distintos idiomas.
¿Por qué se van? Empecé a investigar con curiosidad y viéndome claramente reflejada en sus palabras.
Principalmente, todos hacen foco en que esta red social ya no es lo que era en el pasado. Antes, era un canal amigable en el que compartir su arte y llegar a una gran cantidad personas fácilmente y orgánicamente (sin la necesidad de pagar).
Una forma de expresarse a través del arte e Instagram un medio
Me costó empatizar con este punto, quizás porque hace no tanto (unos dos años) empecé a ver Instagram como un lugar de expresarme artísticamente.
Con el tiempo, Instagram dejó de ser medio y pasó a ser el punto de partida. Pensamos más en formatos de comunicar que en el mensaje a comunicar
Con este punto sí que empatizo. De hecho, en algún punto de mis clases de fotografía, sale ese tema. Y te explico por qué.
Empecé a estudiar fotografía allá por el 2012. Mi forma de relacionarme con este arte hasta ese momento había sido mis cámaras analógicas (tuve tantas que he perdido la cuenta) y mis cuadernos con las fotos pegadas en ellos. Esos eran mis medios de expresión. La forma de hacer fotos, horizontal, siempre. Así aprendí a coger una cámara y así lo hice durante años.
Lentamente, y a la par del surgimiento de Instagram con sus varias actualizaciones, yo empezaba a trabajar como fotógrafa freelance. Mis clientes empezaban a pedir fotografías “para redes sociales” . Claro, pensaba yo, estudiaba comunicación y lo entendía perfectamente. Pero al parecer, ahora, la forma de hacer fotografías de forma horizontal no servía más. Debía girar la cámara y utilizar el formato vertical para aprovechar toda la pantalla del móvil desde el que se consumía Instagram. ¿Era natural para mí hacerlo? ¿Qué forma prefería? pues la respuesta ya no importaba, porque Instagram imponía y había que “hacerle caso”.
Este ejemplo se repitió, creo yo, en varios otros ámbitos. Y por ello, es inevitable preguntarnos una y otra vez, ¿qué hay de auténtico en mi arte?
Resueno con los tantos autores en la idea de la necesidad de crear sin hacerlo para el algoritmo. Ojo, que hacerlo para él puede ser una tarea apasionante, y puede ser una nueva forma de expresarse. Pero no por ello, la única. Y son muchos los que se sienten más asfixiados que libres en la tediosa tarea de buscar más alcance.
Escribir corto y conciso. No hay tiempo. Todo debe ser inmediato.
Por esta razón me fascina que exista una plataforma alternativa para que los autores hagamos esto: encontrarnos una vez a la semana o al mes (o todos los días, como se prefiera), pero sin presión y por qué nos elegimos ¿acaso le estoy haciendo una declaración de amor a mis lectores? quizás.
Y por eso, no importa si llueve, truene o tenga que entregar 20 trabajos a mis clientes, me comprometí que una vez por semana mis lectores recibirán un correo mío. Porque esta plataforma por la que me estás leyendo es un trabajo en equipo. y lo siento así.
Y esto último lo veo en cada lector que responde un email. Lo hacen con paz y tranquilidad, escriben largo y tendido sobre lo que sintieron mientras me leían.
Esa es la dopamina que quiero recibir, y más importante, cultivar.
El algoritmo pareciera estar diseñado para hacernos adictos a él y a sus cambios.
Imagina que te enamoras de un algoritmo. Si, es un poco raro. Pero vamos con la imaginación. En fin. Te enamoras, se entienden, sientes que todo fluye y te acomodaste a un tipo de relación.
Bueno, un día se despierta y deja de hablarte. Parece que algo hiciste mal, porque casi no te habla y no te da lugar para que ocupes un espacio. Te desesperas, buscas cómo hacer para llamar su atención de nuevo. Te pasas horas pensando estrategias para volver a crear esas magia. Pero no la encuentras. No importa cuánto trabajes en ello, nunca parece ser suficiente.
Eso es el algoritmo para un creador de contenido. Y qué agotador para quienes se dedican a ello ya que básicamente, su curro depende de cómo se comportará el algoritmo con ellos.
Y lo más loco es que mientras escribo esto líneas apasionadamente, me distraigo por un segundo, desbloqueo el móvil y mi dedo va automáticamente a hacer click en Instagram.
Qué adicción no catalogada como tal.
Un lugar seguro para expresar el alma
Quizás este es el punto con el que más empatizo de todos.
En este espacio no me siento juzgada, me encuentro tranquila, me inspira aquí dentro y una vez que salgo de aquí.
Aquí siento una intimidad con mis lectores en la que puedo ser completamente yo e igualmente ser.
S E R
qué importante buscar sitios donde sintamos que somos y en los que nos enamoremos de nuestra complejidad y autenticidad. Esto es para mí Substack.
Mientras tanto, trabajo en social media y entiendo su valor. Claro que para autores emergentes como yo, que no cuentan con los suscriptores de Emma o de Clair, es un espacio para crecer (y qué difícil nos lo ponen).
Pero veo que los autores comprendieron cuándo Instagram cumplió un ciclo y es necesario hacer una simple pausa.
No significa que no volverán, así lo aclaran todos, pero se explayan sobre la importancia de alejarse durante un tiempo para quizás volver, y más fuertes.
¿Cómo es tu relación con las redes sociales? ¿eres creador/a de contenido o solo lo consumes?
Me encantará leerte,
Gracias por formar parte de mi lugar seguro
Suscribiéndote haces que este espacio íntimo siga creciendo.
Gracias siempre, ¡y hasta la próxima!
Sofi
He cerrado Instagram varias veces ya. Lo vuelvo a abrir porque sigue aportándome alguito de valor en algunos aspectos, incluyendo en proyectos que llevo a cabo en Substack.
Pero ese valor se ha ido disminuyendo con el tiempo, y ahora mido mucho mi tiempo y mis interacciones en Instagram. Tengo mucha más clara su función para mi caso específico y procuro que mi uso de ella sea intencional.
Hasta ahora, me ha servido. Sin embargo, presiento que eso cambiará más rápido de lo que pienso.
Estoy tan de acuerdo y me he sentido súper identificada, por estos motivos cada vez estoy más por aquí. Gracias por expresarlo con palabras 💙